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sábado, 28 de septiembre de 2013

EQUINÁCEA : CONTRA EL RESFRIADO

AUMENTA LA INMUNIDAD



Los extractos de equinácea poseen actividad inmunoestimulante, antioxidante,antiinflamatoria y cicatrizante.



Descripción

Las equináceas son originarias de América del Norte.
Equinacea angustifolia se utilizaba como antídoto en mordeduras de serpiente y
otros envenenamientos y Equinacea purpurea en el tratamiento de úlceras causadas a los
caballos por las sillas de montar. La primera preparación comercial aparece sobre
el año 1880 y estaba indicada en reumatismo, neuralgia y mordeduras de serpientes
de cascabel.
En 1997 la equinácea fue la planta más vendida como complemento alimenticio
en EEUU llegando a alcanzar el 10% del mercado de suplementos dietéticos en
el año 2000. En Alemania, según las ventas de 1996, fue la número 13 de la lista
de las especies más frecuentemente prescritas como fitomedicamentos.






Parte utilizada

En terapéutica, se emplean tanto las raíces como las partes áreas de diversas especies
del género Echinacea de la familia Asteraceae. Aunque existen nueve especies,
sólo tres tienen interés terapéutico: Echinacea angustifolia, E. pallida ,
E. purpurea. En ocasiones, se falsifica con Parthenium integrifolium
y Eryngium praealtum.



Composición química

La droga contiene un porcentaje elevado de ácidos fenólicos libres como el ácido
cafeico y sus derivados: ácido clorogénico, chicórico (2,3-O-dicafeoil-tartárico),
caftárico, equinacósido y verbascósido. Posee además numerosos compuestos
alifáticos insaturados, especialmente alquilamidas (isobutilamidas de ácidos poliénicos),
ácidos grasos de cadena larga y alcanos. Se han identificado igualmente
flavonoides (quercetol, kenferol, etc.), polisacáridos heterogéneos, aceite esencial
y una pequeña cantidad (trazas) de alcaloides indolizidínicos.
La proporción en que se encuentran los distintos constituyentes varía considerablemente
según el género. Probablemente sea esta
variabilidad la que condicione la importante dispersión de resultados observada
tras la realización de los diferentes ensayos farmacológicos y clínicos con diferentes
preparados de esta planta medicinal. Para garantizar su eficacia es por
tanto, necesario emplear productos controlados y estandarizados, pues su composición
química varía considerablemente dependiendo de su origen botánico,
geográfico, condiciones de recolección y almacenamiento, así como de la parte
del vegetal empleada.



Actividad farmacológica

Aunque hoy por hoy, aún no se conoce con certeza cuál o cuáles son los principios
activos responsables de su actividad y probablemente debido a una
acción sinérgica entre sus componentes, sí parecen existir evidencias de su
eficacia en el tratamiento y, según algunos trabajos, en la prevención de afecciones
leves y moderadas del aparato respiratorio, ya sean de origen vírico o
bacteriano, puesto que la equinácea parece ser capaz de incrementar las
defensas del organismo.
Los extractos de equinácea poseen actividad inmunoestimulante, antioxidante,
antiinflamatoria y cicatrizante.
Diferentes ensayos farmacológicos han demostrado que E. purpurea incrementa
la fagocitosis y la actividad de macrófagos induciendo la producción de
citoquinas, probablemente a través de una estimulación de la expresión génica.
Los preparados de equinácea incrementan los mecanismos de defensa
por estimulación general inespecífica, aumentando tanto la inmunidad humo-
ral (producción de anticuerpos y activación del sistema del complemento)
como la inmunidad celular (activa la fagocitosis por macrófagos). Por
ejemplo, el zumo obtenido de E. purpurea ha demostrado ser capaz de activar
tanto linfocitos T como la actividad de macrófagos encargados de la defensa
frente a ataques virales. Algunos ensayos demuestran que es capaz de
incrementar las funciones inmunes tanto en individuos sanos como en enfermos
de sida.
La administración de extractos de raíces de E. purpurea, además de estimular
la fagocitosis en neutrófilos de conejo tanto in vitro como in vivo, induce
una estimulación en la producción de células NK (natural killer) y un incremento
en su capacidad citolítica, especialmente en animales de edad avanzada.
Estas células inmunes son precisamente las encargadas de la citolisis
de células que contienen virus y de muchas células tumorales.
También se ha demostrado la potente actividad antioxidante de todas las
especies y preparados de equinácea (hojas y raíces), que probablemente
sea debida a su contenido en derivados fenólicos, principalmente equinacósido
y ácido cafeico, pues actúan como potentes captadores de radicales libres
de oxígeno como son los radicales hidroxilo y superóxido. Son capaces de
proteger frente al ataque oxidante de la radiación y por ello, de la inmunosupresión
consecutiva a la misma. En algunos trabajos se apunta la posible eficacia
de esta planta medicinal en la prevención del daño oxidativo y destrucción
de células sanguíneas originado por tratamientos con radio o quimioterapia.
También son capaces de evitar la oxidación de LDL-colesterol.
En cuanto a las actividades antiinflamatoria y cicatrizante, parece responsabilizarse
por un lado al equinacósido, presente de forma más abundante en la
especie E. pallida y por otro, a las alquilamidas. Los extractosde equinácea
estimulan la proliferación de fibroblastos y como consecuencia, la regeneración
de la piel. Las alquilamidas aisladas de E. purpurea han demostrado actividad
antiinflamatoria in vitro pues inhiben tanto la ciclooxigenasa I (COX-I)
como la ciclooxigenasa II (COX-II), aunque ésta en menor medida.
La equinácea ejerce además una actividad antibacteriana y antiviral. Trabajos
recientes han demostrado que es capaz de disminuir la propagación de agentes
infecciosos por inhibición de la hialuronidasa tisular y bacteriana.
E. purpurea parece ser eficaz en el tratamiento de candidiasis vaginal y en el tratamiento
de infecciones secundarias a heridas, quemaduras, etc.. In vitro se
ha demostrado que el ácido chicórico es un inhibidor no competitivo pero
reversible de integrasa.
Algunos autores atribuyen a la equinácea efectos beneficiosos sobre la glándula
prostática. Tras la administración de extracto de E. purpurea a ratas, se
ha observado una importante y significativa disminución del peso de la próstata
y un incremento en el número de linfocitos después de ocho semanas de
tratamiento.
Se encuentran en la literatura científica numerosos ensayos clínicos de los que
se puede deducir que los extractos de equinácea parecen acortar la duración
y severidad de resfriados y otras infecciones del aparato respiratorio, si se
administra al inicio del proceso. Por el contrario, los ensayos realizados a largo
plazo para evaluar su eficacia en la prevención de afecciones respiratorias o
bien han dado resultados moderados.
Por todo ello, se ha de concluir que la eficacia de equinácea, justificada ampliamente
mediante las actividades valoradas en animales y los resultados obtenidos
en ensayos clínicos, depende en gran medida del tipo de preparado empleado,
que siempre deberá ser estandarizado, y del momento de la administración
que deberá ser en los inicios del proceso infeccioso.


Indicaciones

Terapia coadyuvante y profilaxis de infecciones recurrentes del tracto respiratorio
superior (bacterianas y víricas). Para aumentar las defensas en los tratamientos
con quimioterápicos.
• Tratamiento de infecciones del aparato urogenital.



Posología (dependiendo de la especie y parte de la planta empleada)

• Raíces de E. pallida, E. angustifolia y E. purpurea
- 900-1.000 mg de raíz fragmentada o pulverizada repartidos en varias tomas
al día o preparados galénicos equivalentes (cápsulas, comprimidos, infusión,
decocción, extracto fluido, tintura).
• Zumo obtenido por expresión de partes aéreas de E. purpurea
- Oral: 6-9 ml/día o preparaciones equivalentes.
En niños se administrarán dosis proporcionales a adultos según edad o peso corporal.


Toxicidad

Se considera que la droga carece de toxicidad por vía oral. No existen estudios
suficientes para garantizar su falta de toxicidad por vía parenteral por lo que se
desaconseja su uso. Aunque no se han observado efectos adversos tras su administración
a largo plazo, la presencia de alcaloides aconseja su empleo durante
periodos no superiores a 8 semanas.




Efectos secundarios

Prácticamente no se conocen efectos adversos si bien, como ocurre con otras
plantas pertenecientes a esta familia botánica, pueden aparecer casos de anafilaxia
en personas sensibles y trastornos abdominales leves. Por vía parenteral y
dependiendo de la dosis, puede aparecer fiebre, nauseas y vómitos.


Interacciones

En base a fundamentos teóricos, se considera que pueden aparecer interacciones
con terapias inmunosupresoras. No debe asociarse a tratamientos con corticosteroides,
inmunosupresores o citostáticos. El uso concomitante con alcohol o fármacos
hepatotóxicos puede potenciar la hepatotoxicidad de equinácea en tratamientos
prolongados.

Contraindicaciones

Contraindicada en enfermedades autoinmunes y afecciones sistémicas progresivas
como tuberculosis, leucosis, colagenosis o esclerosis múltiple. No parece tener
efectos negativos sobre el feto durante los tres primeros meses de embarazo, sin
embargo, aún no existen ensayos clínicos suficientes que garanticen su total seguridad
por lo que no se aconseja durante el embarazo o la lactancia. Al igual que
otros fitomedicamentos su administración debe interrumpirse al menos una semana

antes de someterse a intervenciones quirúrgicas.








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