Proteínas
Los
resultados obtenidos en distintos ensayos clínicos controlados, han mostrado
que
la
proteína de soja tiene una incidencia positiva sobre el perfil lipídico. La
actividad antihipercolesterolemiante
de
las proteínas de soja podría explicarse por un incremento del
número
de receptores al LDL. De hecho, se ha podido observar que la degradación
de
las LDL por las células mononucleares es ocho veces mayor en las personas que
siguen
una dieta a base de soja que en los no consumidores de esta legumbre (4).
Por
otra parte, se ha demostrado, en animales en cuya dieta entraba la proteína
de
soja, que el descenso en colesterol hepático, se encuentra acompañado de un
La
polémica surge al considerar estos beneficios de la proteína de soja sobre el
perfil lipídico:
¿son
debidos en exclusiva a la proteína en sí o pueden ser atribuidos a distintos
componentes
presentes en los preparados y distintos a la proteína? La consideración de
los
datos aportados por distintos autores hace pensar que si bien las isoflavonas
presentes
en
determinados casos en la proteína de soja contribuyen en forma significativa al
efecto
sobre el perfil lipídico, no por ello cabe concluir que la proteína está exenta
de efecto
en
este sentido, tal y como se ha puesto de manifiesto en experiencias en las
cuales
el
preparado proteíco había sido purificado y, por tanto, desprovisto de
compuestos tales
como
las isoflavonas. Si bien los mecanismos mediante los cuales la proteína de soja
da
lugar
a este efecto benéfico no se encuentran establecidos, podría suponerse que la
unión
en el intestino de los ácidos biliares a la proteína, con el consiguiente
incremento
en
la excreción de los primeros, contribuye a la mejora en los parámetros
lipídicos(6).
ACTIVIDAD ANTICANCEROSA (FACTOR BOWMAN-BIRK)
Otro
hecho interesante y con ciertas posibilidades terapéuticas en un futuro es el
relativo
a
la presencia en la soja de determinados compuestos de naturaleza protéica,
pertenecientes
a la familia de los factores de Bowman-Birk, los cuales son inhibidores
de
la proteasa. Su interés se encuentra basado en que los inhibidores de las
proteasas se comportan como agentes quimiopreventivos en el proceso de
transformación
de
una célula normal en una célula cancerosa, es decir, tienen la capacidad de
suprimir
el proceso canceroso En otro sentido, el consumo de proteína de soja parece
ejercer un papel positivo en el proceso litiásico: para un aporte similar de
calcio, el consumo de proteínas de
soja
sobre el de proteínas animales conduce a una disminución en la excreción de
calcio
y de ácido úrico y un incremento en la excreción de citrato, previniéndose de
esta forma la
formación de cálculos renales
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