Descripción
La
cimicífuga es una planta herbácea, originaria de América del Norte, usada desde
antiguo
en medicina tradicional por los pueblos amerindios para una amplia variedad
de
afecciones, tales como picaduras de serpiente, malaria, dolores de distinta
índole
(dismenorrea,
reumatismo, etc.). Igualmente es reputada como antiinflamatoria,
diurética,
sedante y antitusiva. Un extracto alcohólico obtenido de la raíz alcanzó en
el
siglo XIX un importante éxito en el tratamiento de trastornos menstruales y
climatéricos,
de
tal forma que entró a formar parte, como principal constituyente, de un
famoso
tónico para mujeres.
La
introducción en Europa de esta especie tuvo lugar hacia 1950, siendo empleada
fundamentalmente
en el tratamiento de la sintomatología climatérica.
La
droga (raíz y rizoma), desprende un débil aroma. Su sabor es amargo.
En
su composición química destacamos: Lípidos, saponinas triterpénicas
tetracíclicas
derivadas del cicloartanol (acteína, 27-deoxiacteína, cimicifugósido),
isoflavonas,
(formononetina, cuya presencia ha sido detectada en extractos
metanólicos
(1), pero no en los etanólicos y butanólicos (2)) y
ácidos fenoles
(ácido
ferúlico, ácido isoferúlico, ácido fukinólico, ácidos cimicífugicos A, B,
E y F, ácido
salicílico).
Actividades farmacológicas
•
Síndrome climatérico
Los
extractos de C.racemosa ocasionan una disminución de los niveles de LH (hormona
luteinizante),
la cual puede encontrarse implicada en la aparición de la reacción
vasomotora
(bochornos, sofocos) acompañada de taquicardia (3) (Wuttke
et al,
2003a),
sin incidencia apreciable sobre los de FSH (hormona folículo-estimulante),
prolactina
y estrógenos.
Esta
disminución de los niveles de LH no se encuentra acompañada de incremento
de
peso del útero, a diferencia de lo que ocurre con el estradiol.
Por
otra parte, el sistema dopaminérgico parece estar implicado en los mecanismos
que
causan la reacción vasomotora en mujeres menopáusicas.
Los
resultados obtenidos por Jarry et al (4)
según los cuales la administración
del
extracto
BNO 1055 de C.racemosa da lugar a una disminución de temperatura corporal,
prolongación
del sueño inducido por ketamina y reducción del equivalente a
bochornos
en ratas (5), efectos todos ellos bloqueados por antagonistas
dopaminérgicos,
sugieren
que la actuación positiva de C.racemosa
en la disminución del número
e
intensidad de los bochornos puede estar mediada en gran parte por un mecanismo
dopaminérgico
(4). Esta hipótesis se encuentra apoyada por ensayos in vitro
en
los
cuales se ha puesto de manifiesto el carácter agonista hacia los receptores
dopaminérgicos
D2 de algunos compuestos presentes en
los extractos de C.racemosa.
Los
extractos de Cimicífuga no interactúan con los receptores estrogénicos á y â,
tal
y como muestran distintos ensayos en los cuales se ha puesto de manifiesto que
dicha
planta no desplaza al estradiol de su unión con los citados receptores. (6-8).
Sin
embargo, parece ser que los extractos de C.racemosa
tienen la capacidad de
desplazar
al estradiol de su unión a otros sitios distintos de los receptores á y â.
Dichos
sitios podrían corresponder bien a los denominados como “estrogen binding
site
type II”, bien a un posible tercer tipo de receptor, receptor ã (4), no
conociéndose
por
el momento la función fisiológica de estos tipos de unión.
La
administración de dosis altas (62 mg/día por animal) de extracto de C.racemosa
a
ratas ovariectomizadas favorece la expresión del gen ILGF (marcador de la
actividad
de los osteoblastos, células responsables de la formación del hueso) y
reduce
la del gen de la fosfatasa ácido tartrato resistente (TRAP), enzima marcador
de
la actividad de los osteoclastos (células responsables del proceso de resorción
ósea).
Este dato podría hablar en favor de un efecto beneficioso de los extractos de
C.racemosa sobre
el hueso. En este sentido los extractos de C.racemosa
han demostrado, en animales de
experimentación, un efecto positivo en cuanto a la
estructura
trabecular del hueso (9).
En
ratas ovariectomizadas, se observa una disminución de los niveles séricos del
enzima
leptina, acompañada de descenso en los depósitos de grasa. Estos datos
hablan
en favor de un posible efecto antilipotrópico para C.racemosa, si
bien de una
forma
mucho más discreta de lo que ocurre en el caso de la administración de
estradiol
a las ratas ovariectomizadas (10).
Sobre
vejiga urinaria: la C.racemosa da lugar a un incremento de la actividad del
músculo
detrusor, acompañada de incremento de actividad en el esfínter vesical.
A
diferencia de lo que ocurre con el estradiol, los extractos de C.racemosa no
incrementan
el
grosor del endometrio, ni el peso del útero, presentando una actividad
discreta
sobre el epitelio vaginal.
Por
el contrario, esta planta no ha mostrado efecto sobre el perfil lipídico.
En
el momento actual no se encuentra establecido a qué compuestos de C.racemosa
corresponde
la responsabilidad de las distintas acciones que ejerce en el
caso
del síndrome climatérico. Parece ser que la actividad beneficiosa de C.racemosa
en
los trastornos climatéricos podría ser debida a la actuación conjunta de
sustancias
dopaminérgicas por una parte y sustancias estrogénicas por otra, tales
como
la formononetina, fitoestrógeno de bajo perfil, pero que en el organismo
puede ser
transformado en equol, de una mayor potencia como fitoestrógeno.
•
Otras acciones:
En
experiencias sobre animales, los extractos obtenidos a partir de la droga se
han
comportado
como hipotensores, vasodilatadores, antiinflamatorios (11) y
antiespasmódicos.
Igualmente
existen datos, procedentes de ensayos in
vitro, sobre su actividad
bloqueante
de los receptores de serotonina (12).
Por
otra parte, los estudios realizados sobre líneas celulares de cáncer de mama
muestran
que C.racemosa inhibe el crecimiento de las mismas (13,14), al
tiempo que
potencia
la acción antiproliferativa de tamoxifeno sobre dichas células cancerosas.
•
Evidencias clínicas:
Las
más importantes evidencias que justifican su posibilidad de empleo terapéutico
tienen
como
base los resultados obtenidos en los diversos ensayos clínicos de que ha
sido
objeto esta especie. Si bien los primeros ensayos que se llevaron a cabo eran
ya
indicativos
del efecto beneficioso de C.racemosa
en el tratamiento de la
sintomatología
climatérica,
sobre todo en lo relativo a la disminución significativa de la reacción
vasomotora (sofocos, bochornos), dichos ensayos no cumplían en forma estricta
con
la
normativa internacional en cuanto a los protocolos de realización de ensayos
clínicos.
Recientemente
ha visto la luz un nuevo ensayo clínico, doble ciego frente a placebo,
realizado
con el extracto BNO 1055 (hidroalcohólico) a dosis de 40 mg/día,
tomando
como control de referencia el tratamiento con estrógenos conjugados. Los
resultados
de dicho ensayo muestran que el tratamiento con C.racemosa da
lugar a
una
mejoría general de la sintomatología medida en la MRS (Menopause Rating Scale),
sobre
todo en lo que se refiere al factor bochornos, y a los relativos a nerviosismo,
irritabilidad,
etc.).
Igualmente se constató una mejoría en cuanto a desórdenes sexuales,
sequedad
vaginal y síntomas musculares y articulares. Estos factores se vieron
beneficiados
también
por el placebo, pero en menor medida que en el caso de cimicífuga.
Por
otra parte, se observó un incremento significativo de las tasas séricas de
fosfatasa
alcalina,
indicador de la actividad osteoblástica, lo cual podría ser indicativo de un
efecto
positivo, acorde con los ensayos previos realizados sobre animales, sobre el
proceso
osteoporótico (15). Al igual que en los ensayos farmacológicos previos, no
se
observó
incremento del grosor del endometrio y sí un discreto efecto estrogénico en
vagina,
correspondiente a un discreto y no significativo descenso del pH.
No
se observaron efectos secundarios.
En
cuanto a la posibilidad de empleo en el caso de mujeres que han padecido cáncer
de
mama, estudios recientemente realizados son indicativos de que la C.racemosa
ejerce
un efecto satisfactorio en la supresión de los síntomas vasomotores (16).
Los
estudios de toxicidad realizados sobre la especie son muy escasos, por lo que
no
es posible establecer conclusiones al respecto, si bien hasta el momento, no se
han
descrito problemas toxicológicos relacionados con su uso, a pesar de que éste
se viene
realizando en Europa desde hace más de cuarenta años.
Indicaciones
Tratamiento
de la sintomatología climatérica.
Dosis recomendadas
Las
dosis recomendadas son de 40 mg/día de extracto normalizado en cuanto a
su
contenido en 27-deoxiacteína, repartidas en dos tomas.
La
Comisión E de la Farmacopea alemana, recomienda, en ausencia de datos relativos
a
la seguridad de uso en largos períodos de tiempo, no alargar el tratamiento
más
allá de seis meses. Igualmente, debido a la ausencia de datos, se desaconseja
su administración
en embarazo y lactancia.
Contraindicaciones
No
se han descrito
Interacciones
Antihipertensivos.
La C.racemosa puede potenciar los efectos de los antihipertensivos,
produciendo
hipotensión
Efectos secundarios
No
se han descrito reacciones adversas a las dosis terapéuticas recomendadas. A
altas
dosis, o en individuos sensibles puede dar lugar, en raras ocasiones a
alteraciones
digestivas:
gastralgia, gastritis, úlcera gástrica.
Enlaces de interés:
No hay comentarios:
Publicar un comentario